Un vuelo privado con rumbo a Vermont terminó en tragedia tras estrellarse en Copake, Nueva York, dejando como saldo la muerte de seis personas, todas pertenecientes a la familia Groff-Saini. El accidente ocurrió durante una travesía familiar organizada para celebrar el cumpleaños 25 de Karenna Groff, una joven destacada tanto en el ámbito académico como deportivo.La aeronave era piloteada por Michael Groff, padre de Karenna y neurocirujano de amplia trayectoria, quien además contaba con experiencia como piloto privado. A bordo viajaban también su esposa, Joy Saini, cirujana reconocida por su labor en salud comunitaria; su hijo mayor Jared y su pareja Alexia Couyutas Duarte, ambos con aspiraciones profesionales en el ámbito legal; así como James Santoro, novio de Karenna y joven banquero de inversiones.La familia, conocida no solo por su nivel profesional sino por su fuerte compromiso social, había planificado el viaje como una ocasión especial que reuniría a todos. Sus vínculos con instituciones académicas y de salud de renombre, como MIT, NYU Langone y centros comunitarios de Boston, han hecho que la noticia genere conmoción a nivel nacional e internacional.Los seis ocupantes, cuyas trayectorias estaban marcadas por el servicio, el liderazgo y la excelencia, han sido homenajeados por organizaciones educativas y profesionales que hoy lamentan la pérdida de vidas tan prometedoras. Mientras tanto, las autoridades estadounidenses, encabezadas por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), siguen investigando las causas del siniestro. Por ahora, no se han revelado detalles sobre las condiciones técnicas del vuelo ni del estado de la aeronave al momento del accidente.El accidente no solo dejó una profunda huella entre quienes conocieron a la familia, sino que también ha puesto de relieve la fragilidad de la vida, incluso entre aquellos cuya existencia había sido símbolo de logros, unión y vocación social.
