El emblemático mirador del Alto de la Cruz, en Circasia, será objeto de una importante intervención gracias a una alianza entre la administración municipal y la Empresa Proyecta del Gobierno del Quindío. Mediante un convenio interadministrativo se invertirán cerca de 260 millones de pesos, de los cuales 180 millones serán aportados por el municipio y 80 por la entidad departamental.
La intervención contempla el mantenimiento y embellecimiento urbano del entorno del mirador, con el objetivo de convertirlo en un atractivo centro de esparcimiento y atención para habitantes y turistas. La iniciativa se enmarca dentro de una estrategia de impulso al turismo local que busca enlazar este punto con la oferta turística de Filandia.
“Queremos transformar este lugar en un espacio cultural, deportivo, gastronómico y artesanal, con una plazoleta, mural y gradería que lo conviertan en un referente para propios y visitantes”, explicó el alcalde Julián Peña Sierra. Agregó que actualmente se avanza en la elaboración de un mural en porcelana en la zona de las escaleras, a cargo del artista Carlos Vieira.
Obras de rehabilitación avanzan pese a dificultades jurídicas
De manera paralela, el mirador, que presentaba riesgo estructural, está siendo intervenido por la alcaldía gracias a la declaratoria de calamidad pública que permitió contratar de forma urgente la obra y su interventoría. Según el mandatario local, los trabajos de reforzamiento presentan un avance del 52 % y se espera su finalización para el mes de junio.
Respecto a la situación jurídica del predio, Peña Sierra aclaró que, aunque actualmente el mirador aparece registrado a nombre de un tercero según una escritura de 1970 —la Asociación de Desarrollo Comunal Urbana de Circasia—, el municipio ya avanza en un proceso legal para recuperar su titularidad.
Amparados en la Ley 2044 de 2020, la administración ha solicitado a la Superintendencia de Notariado y Registro el traspaso exprés del predio a nombre del municipio. Aunque la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Armenia negó inicialmente la solicitud, la Superintendencia en Bogotá emitió un concepto favorable, lo que motivó al personero municipal a interponer una acción de tutela para agilizar la resolución del conflicto.
“Circasia nunca ha renunciado a este bien. Estamos comprometidos en recuperarlo y ponerlo al servicio de toda la comunidad”, concluyó el alcalde.